viernes, 30 de julio de 2010

Eucaristía y amistad Jesús: en la Eucaristía, un verdadero amigo

La amistad es crear lazos de unión con alguien. Y esos lazos no se rompen. Unen de tal manera que ambos forman una sola unidad de corazones. Un amigo debe de ser la mitad de nuestra alma. Si nos faltara nos moriríamos, pues nos han quitado algo de nosotros mismos.
La amistad es un afecto personal, puro y desinteresado, ordinariamente recíproco, que nace y se fortalece con el trato. La amistad, por otra parte, tiene sus frutos. En la amistad encontramos refugio y apoyo; la amistad enriquece, fortalece y ensancha el corazón del hombre y lo hace invencible ante la adversidad; la amistad dignifica y alegra nuestra existencia. La amistad se apoya sobre estos cimientos: sinceridad, generosidad, afecto mutuo. Una amistad cimentada sobre la simulación, el engaño y el egoísmo, estará siempre condenada al fracaso.
¿Por qué hay personas sin amigos?
Varias son las causas:
- Nuestra extrema timidez: por temor a que los demás no nos acepten y porque en los primeros años de la vida nuestros padres y educadores no nos entrenaron para la vida social.
- Nos sentimos inferiores: nuestra autoestima está baja y creemos que los demás no van a encontrar en nosotros nada digno de aprecio, y esto nos hace meternos en nuestro enclaustramiento y nos impide desbordarnos en forma afectuosa y confiada sobre los demás.
- Por egoísmo, mezquindad: sólo buscamos recibir sin dar, y cuando damos, lo hacemos a cuentagotas.
- Por soberbia, orgullo, altanería, quisquillosidad: por todo esto hay personas que con su actitud, modales, lenguaje, y gestos, repelen y los demás, por consiguiente, los evitan.
¿Qué favorece una buena amistad?
Una personalidad comunicativa y amable; temperamento jovial, alegría contagiosa, bondad y sinceridad, deseo de hacer el bien, preocuparse por los problemas de los demás; generosidad, cortesía, cordialidad, respeto, reciprocidad en afectos y sentimientos.
La amistad no es igual que compañerismo, simpatía y camaradería. Es respeto al amigo, permitiéndole ser él mismo y procurar su bien, como si de nosotros mismos se tratara.
José Luis Martín Descalzo dice que en la amistad hay que dar el uno al otro lo que se tiene, lo que se hace, lo que se es.
Por todo ello, ser un buen amigo y encontrar un buen amigo son las dos cosas más difíciles del mundo, porque supone la conversión de dos egoísmos en la suma de dos generosidades.
Cristo en la Eucaristía es nuestro mejor amigo, y hay que hacer esta experiencia. ¿Cómo? Visitándolo, estando ratos cortos y largos con Él, contándole nuestras vidas con sus luces y sombras, abriéndole nuestro corazón, escuchando sus palabras en el silencio de la intimidad.
Debemos insistir mucho en las visitas a Cristo en el sagrario. Ojalá también pasemos junto a Él momentos de intimidad en las noches de oración, noches heroicas, adoraciones, horas santas, pues son momentos idóneos para crecer en nuestra amistad con Jesús.
Jesús en la Eucaristía tiene todos los rasgos de un verdadero amigo. Nos respeta tal como somos. No pretende adueñarse de nuestra voluntad. Respeta nuestra libertad. Es sincero y franco. Nos dice todo sin rodeos, sin doblez, sin mentira, sin traición. Es generoso, se dona completamente, no se reserva nada. Está siempre y a todas horas a disposición de sus amigos. No tiene horarios de atención. Acepta nuestras fallas, defectos, limitaciones, sabiendo disculpar y perdonar. Quiere, en fin, dar y recibir.

Feliz Mes de la Amistad para todos aquellos que queremos cultivar la amistad con Jesús a traves de nuestros queridos amigos...

1 comentario:

  1. Es que el Señor es el mejor amigo ¿no? El que da la vida por cada uno de nosotros. El que nos ama como somos. El que nunca pierde la esperanza.
    Con Él es fácil. Con los hermanos no lo es tanto. Porque un amigo también es un hermano y a veces llevamos las cuentas demasiado ajustadas y queremos exacta correspondencia y eso no puede ser porque estos ojos y estos corazones todavía no llegan a alcanzar a ver en toda la VERDAD.

    Un abrazo y gracias por su escrito.

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